La ilusión de una vida

Concluyó, terminó un sueño, que se hizo realidad. Un sueño que empezó aquel “día del descans” de 2001. Se acabó la Festa y había que recoger velas del “L’Any de Capità”. En ese instante, con la retina caliente de lo vivido días atrás, Fernando Tormo “Barranch”, Capitán Cristiano 2001, se acercó y me dijo: “Fill meu, si tens ocasió fes-ho”. Se despertó la ilusión y se forjó durante años…, es verdad que hubo un momento que la ilusión se enfrió llegando a aplazar la decisión, pero días antes de la elección del Capitán, en abril de 2013, un grupo de mis mejores amigos se preocuparon de echar toda la leña, para renovar ilusiones… unos días después en asamblea se decía aquello de: “Queda nombrado Capitán Cristiano 2015, Edu Tormo”.

Las sensaciones de los primeros días, de las primeras semanas son inenarrables, abrazos, felicitaciones, incredulidad, responsabilidad, miedo, alegría, satisfacción,… son sentimientos que se entremezclaban, dando la sensación que no había nada más en la vida que este gran sueño. Para hacer el Capitán en Alcoy, se tienen que dar una cantidad de coincidencias, lo que convierte en un privilegiado a quien lo consigue. Tan solo dos personas cada año…

Se trataba de realizar un cargo con sentimientos contradictorios, por un lado la ilusión que cualquier festero y devoto georgiano puede tener y por otra la tristeza y la nostalgia por la ausencia de quien te enseño a amar la Festa. Estos días se cumplen diez años de su marcha con su San Jorge y su María Auxiliadora.

Los primeros contactos surgieron solos, cuando nos fuimos a dar cuenta éramos un colectivo cercano a las 50 personas dispuestas a hacer de caballeros y damas, eran los amigos de siempre junto con otros más recientes pero también buenos amigos. Francamente nunca olvidaré el cariño, el calor, la dedicación, la compresión, la generosidad… que recibí de este gran grupo de amigos. ¡Que fácil ha resultado hacer el Capitán junto a ellos!

Esta experiencia, además de ser placentera y positiva, enriquece, te da la oportunidad de conocer otras personas que te aportan mucho, hablo de Santi, Victor, David, Manolo, Mauri, Loli, Conchi, Mari Tere y Lola, Gracia, Fernando, Dani, Mari, Ernesto, Raquel, Juan García “El Indio”… todos ellos grandes profesionales de la Fiesta, diseñadores, metalistas, modistas, organizadores de espectáculos… La relación con muchos de ellos ha transcendido de lo meramente profesional. Y qué decir de mis grandes amigos Cantonet y Ernesto que diseñaron el traje de Capitán, caballeros y alguna aportación más…

Recuerdo con cariño y emoción la imposición de la insignia de San Jorge y la exposición del video que repasa mi curriculum festero en la presentación de cargos dentro del programa de actos del Mig Any.

¡Cuánto trabajo, cuánta dedicación, cuánta ilusión!… Había que tenerlo todo en marcha confección de trajes, carrozas, contratos de música, ballets… muchas gestiones en las que colaboraron siempre los incondicionales Mata y Mora
Gestiones, gestiones y mas gestiones como aquellas que se hicieron para poder tejer un San Jorge que serviría de obsequio y recuerdo del “Any de Capitá”, la solicitud para que la concordia del 2015 fuera la del San Jorge de mi propiedad, como las gestiones para conseguir editar la revista fotográfica “CINC CARRECS, UNA FESTA” y a su vez todos en casa, en talleres de manualidades, confeccionamos unos pajes festeros de goma-eva que servirían para felicitar la Navidad a todas las filaes de Alcoy, era una ilusión de toda la familia.

Otros hitos importantes en lo cultural fueron por una parte el concierto entorno a la “música del boato”. Concierto que magistralmente interpretaron la Sociedad musical La Paz de San Juan, mi banda, la que me acompañaría en la Entrada y las collas de Xirimitas“ La Degollà” y la “L’Enxacamallà de Agres”. En la puesta en escena la música tuvo un papel relevante, cuyo responsable Paco Amaya, festero vasco, amigo y músico, puso todo la carne en el asador. Hizo arreglos de música antigua, medieval y renacentista, que posteriormente ha sido nominada en los prestigiosos premios “GEMA”. Tanto se implico Paco que hasta compuso una marcha que posteriormente me dedicaría “Barranch”. Gracias Paco, muchas gracias.

Por otra parte, Mata, mi hermano de Festa, se ilusionó, trabajó y consiguió montar una “exposición de indumentaria medieval” dirigida por esa gran experta que es Virginia Rodrigo y que además complementó con tres charlas muy interesantes sobre indumentaria cristiana, árabe y militar. Gracias Virginia. Gracias Mata.

Esperábamos abril con inquietud, con él las “Glorias”, tres glorieros importantes para mí, Mata, Paco Amaya y mi sobrino Jordi como gloriero infantil. Abril, entraetas, entraetas, más entraetas… Y sin darnos cuenta llegó la noche más mágica, aquella que reúne más de dos mil cantantes para interpretar el “Himne de la Festa”. “Nostra Festa ja, cridant-nos está…” Esta noche anunciaba todo lo que estaba por venir.

Llegaba la Festa, la Festa alcoiana, la Festa con mayúsculas, la gran Festa de Moros i Cristians, veinte mil sillas agotadas hace días y otras tantísimas plazas en balcones sobrecargados desafiando a leyes de la física esperaban para presenciar las Entradas, el gran espectáculo. Y yo iba a tener el privilegio, el honor, el placer de ser el primero en bajar la calle San Nicolás… Los nervios a flor de piel, las emociones, los recuerdos a los que no están, el honor de representar a los Vascos. Mi cuadragésima tercera entrada en los Vascos, iba a bajarla de Capitán…

Dormir poco es una máxima de esa noche. Nervios, ilusión y responsabilidad definirían las primeras horas de la madrugada. Misa, arrancà de diana, visita a la iglesia del Patrón, camino al Instituto, plagado de abrazos y felicitaciones. Allí realmente empezaría la magia. Maquillaje, almuerzo, peinados, todos vistiendo las galas que con tanto esmero habíamos preparado durante más de una año. Las agujas del reloj marcaban las 9:30 de la mañana. Mata y Santi me anunciaban “Edu toca salir”. Jorge, Mariola, Belén y yo, salíamos al pasillo del instituto para presentarnos ante nuestros Caballeros, Damas y Portaestandartes. Saludados todos, era el momento, de salir al patio, de mostrar nuestra indumentaria a toda la Filà y boato. Espectacular puesta en escena, la banda de San Juan tocando “Aleluya” del maestro Blanquer y toda nuestra gente aplaudiendo a rabiar. Quizá este fue el momento más mágico de esta gran aventura.

Ya en el “Partidor” la emoción era difícil de contener sobre todo cuando Rafa Sempere “Chulla”, desde el balconet anunciaba “¡Alcoians per Alcoi i per Sant Jordi, Avant l´Entrá de Cristians!”. Miradas al cielo, comunicando con mi progenitor y predecesor en el cargo, dedicándole todo cuanto estaba viviendo.

Arrancamos. “Aleluya” sonaba a gloria celestial. Alcoy entero aplaudía a rabiar. Mas tarde mientras pasábamos por San Nicolás, 8 y mama lloraba, aplaudía y se emocionaba, el alcaide se preparaba para hacer la entrega de llaves en el mítico Cantó del Pinyó. Nuestros portaestandarte subían a la carroza, y la banda interpretaba el himno de Festa. ¡Alcoy era nuestro!.

Lo demás ya es conocido…

Por poder cumplir mi sueño, por poder cumplir mi ilusión

¡GRACIAS ALCOY!,

¡GRACIAS FILÀ VASCOS!,

¡GRACIAS SAN JORGE!

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