Alcoy busca una solución para los surtidores
El gobierno municipal busca soluciones y alternativas al cierre de surtidores y varias fuentes de la ciudad, que permanecen fuera de servicio desde hace años como medida de prevención de la legionela. El concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez, explica que “el objetivo del gobierno municipal es mantener una reunión con la Conselleria con el fin de hablar acerca del futuro de las fuentes y surtidores de la ciudad. No podemos seguir como estamos y vamos a buscar alternativas que sean viables”. Hay que tener en cuenta que las competencias en materia sanitaria son de la administración autonómica, de ahí que busquen mantener esa reunión.
A esto, el alcalde, Toni Francés, añade que “hay que estudiar si puede utilizarse algún sistema que económicamente sea viable y ofrezca todas las garantías para reabrir fuentes y surtidores sin riesgo de transmisión de la legionela, si hay algún nuevo sistema de surtidor con estos requisitos. En caso contrario, habrá que buscar alternativas, reconvertir los surtidores en jardineras, por ejemplo”. El alcalde hace hincapié en que “la situación no puede seguir como hasta ahora, puesto que en muchos surtidores se acumula el agua de la lluvia y también suciedad, por lo que provoca olores y molestias que hay que evitar. Además, también pueden comportar un cierto peligro”. Está claro que lo deseable sería que fuentes y surtidores puedan cumplir su función, si bien el coste de ponerlos en marcha es muy elevado y además se quiere tener muy claro que no supondría ningún problema en el tema de prevención de legionela.
Problema desde 1999
Los problemas con la legionela se remontan en Alcoy al año 1999, cuando se vivió el primer brote epidémico. Hasta ahora ha dejado en la ciudad dieciocho episodios, con más de 300 personas afectadas de neumonía por esta bacteria y una docena de víctimas mortales.
Durante un tiempo la ciudad estuvo declarada Zona de Actuación Especial (ZAE), lo que implica un estricto control de aparatos de refrigeración y cualquiera que sea susceptible de transmitir la bacteria de la legionela por generar aerosoles, incluyendo lavaderos de coches y máquinas de asfaltar. Aunque dejó de ser ZAE se mantiene el fuerte control sobre estas instalaciones y de hecho un trabajo tan habitual en cualquier población como es el asfaltado de calles se convierte en esta ciudad en un quebradero de cabeza.
En los últimos tiempos los casos de legionela que se han diagnosticado han sido considerados como aislados por la Conselleria de Sanitat y no como brotes, si bien la experiencia previa hace que se actúe con pies de plomo y nadie baje la guardia. Las fuentes y surtidores están prácticamente cerrados desde el año 1999, con alguna apertura puntual en el 2001 y en 2008 para volver a cerrarse, tal y como siguen ahora. Mientras, en el resto de instalaciones susceptibles de riesgo de transmisión de legionela se mantiene un fuerte control y requisitos.