Movilidad a lo grande

Este fin de semana Alcoy ha celebrado la Semana de la Movilidad. Y aquí, cuando hacemos algo lo hacemos a lo grande. ¡Si señor! Lo de organizar cosas en este pueblo lo llevamos en los genes y no celebramos una Entrada de moros y cristianos todos los días, porque Guanyar tendría que organizar unas asambleas abiertas para decidir cómo, cuándo y de qué forma se celebran esas fiestas para que sean realmente participativas y eso lleva su tiempo. Pero lo que está claro es que, en un pis pas montamos una bien gorda. Jordi Martínez, el concejal de la movilidad, pensó que la gratuidad del autobús urbano el sábado serviría para promover su uso y de paso, comprobar si de este modo, la gente se da cuenta de que esos grandes vehículos rojos sirven para desplazarse por la ciudad sin usar el utilitario. Y sin proponérselo, el edil dio en el clavo. Tocó la tecla, la fibra o no se qué, pero la cuestión es que saltaron todos los resortes de la ciudadanía que, el sábado no es que aprovechara la ocasión de utilizar el autobús, sino que consiguió que lo de la movilidad se convirtiera en trending topic. Es más, el fin de semana no hubo nadie que se quedase quieto en toda la comarca. Bueno sí, los ocupantes de los dos vehículos que quedaron atrapados en Muro como consecuencia de la tormenta. El resto ayer, al más puro estilo del Dia del Descans, eran víctimas de las agujetas o fueron directamente al Centro de Salud a hacerse la baja.

No es broma. Hasta las consultas de los veterinarios estaban a rebosar. A saber, el domingo hubo una Jornada de Puertas abiertas en el Albergue, un concurso de belleza canina y un Doggame, osease, una competición de habilidad o algo por estilo. Pero no fueron los chuchos los únicos que tuvieron que demostrar sus dotes para la movilidad. Durante el fin de semana también se celebró el Día Mundial del Turismo, con visita gratuita a los museos, rutas, paseos en segway y la oferta de gastronomía de la ‘Steet food market’, que invitaba a todo menos a moverse. Conciertos, galas, muestras de artesanía, el zumba y las fiestas de la parroquia de San Roque hicieron, del pasado, un fin de semana de locos. Todo sea por la movilidad, pero luego, claro, que nadie se extrañe si alguien va diciendo por ahí, que un vaso es un vaso y un plato es un plato.

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