¿Elecciones o votaciones?

Nos llaman a votar. Votaciones, no elecciones. ¿Lo captan? En esta partitocracia que nos han adjudicado no nos dejan elegir a nuestros representantes. Las cúpulas de los partidos políticos –y a veces tan solo su máximo mandamás–, eligen de entre los “políticos”, para ellos menos conflictivos, a los que deben formar la lista que represente su partido. Así el día de las votaciones –no elecciones– los ciudadanos de a pie, que son los que les pagamos el sueldo, y sus “complementos”, votemos a los que ellos han elegido. A nosotros sólo nos llaman a votar una lista de la que las más de las veces no conocemos a nadie, o a casi nadie. La partitocracia es así.

Hay algunos que piden listas abiertas, para que cada votante pueda libremente tachar de la lista a los que quiera. Es trampa, porque la lista la confeccionan los mismos, igualmente entre sus más dóciles, a los que tampoco conoceremos.

Mientras no modifiquen la ley electoral y dividan cada comunidad, antes región, en distritos, en los que pueda presentarse el que pretenda trabajar por su distrito, tanto si pertenece a un partido como si no, de forma que salga elegido el que mayor número de votos haya obtenido, que responderá ante sus electores, y tendrá libertad de voto.
Últimamente de entre nuestro mediocres políticos unos cuantos chuletas, en tono dogmático, se atreven a pedir se instaure la doble vuelta, algo que en nuestro actual sistema sólo lo puede reclamar un ignorante. En cambio sí que cabría la segunda vuelta en el sistema de distritos unipersonales, como cuando Alcoy votaba a Canalejas, o sea el sistema inglés.

Recuerden: Votamos, no elegimos. ¿Lo captan?.