Una de solares
Hay calles en el Centro que han desaparecido casi por completo, después se han hecho algunas construcciones durante el “boom inmobiliario” pero no han sido suficientes. En algunas demoliciones, perdimos fincas protegidas históricamente y en otras se tiraron viviendas que no presentaban riesgo alguno para sus habitantes pero ya tenían cola de espera de alguna que otra constructora que ansiaba ese solar.
No sé, tampoco me quiero meter en ningún barrizal, pero un caso que clama el cielo es el del añorado Teatro Circo, que se vio obligado a desaparecer porque estaba construido en suelo no edificable aunque ahora haya un flamante edificio de pisos nuevos.
– Ara plorem? Ara?, doncs, xica, no sé per què… l’únic que es pot fer és penedir-se del que ja està fet.
– Tu te’n recordes del carrer Ambaixador d’Irles? I de tots els carrers que el creuaven?
– Ara no sabem on comença ni on acaba.
– Mare de deu! La de negocis que s’han perdut ahí i la de solars que n’hi ha.
– I si no, què hem dius, del Carrer Major i dels carrers que el creuen, que ara només tenen el nom i l’asfalt.
– El mal no és que no es construeix, el pitjor és, que eixos terrenys no tenen manteniment.
Me recuerdan algunos vecinos, la época en la que a la gente se le daba “dos duros” por su casa y o los cogían o los expropiaban, o les prometían un piso nuevo en la casa que se iba a construir. Fueron muy pocos los que lo consiguieron… otros cogieron los “dos duros” y tuvieron que invertir más de cinco en su nuevo domicilio y nuevo barrio, porque digamos que de esos días nació el éxodo de habitantes del centro hacia otras zonas de la ciudad.
– És que jo vaig nàixer ací, saps i me’n recorde de la quantitat de botiguetes que hi havia en tots aquests carrers, el carrer Sant Blai, Sant Antoni, Sant Miquel… Des d’impremtes a sabateries, des de merceries a bodegues, tot estava obert i teníem de tot, clar ara tot ha canviat però en tant poquet temps… trenta anys no són res i de fet no queda res, ni les façanes…
Claro, a lo hecho pecho digo yo no?, esto ya no se puede recuperar, pero algo se tendrá que hacer…
Yo vivo en la calle San Agustín, soy de las jóvenes que me vine hace unos años al centro, si, a un piso nuevo. Y delante de mi casa había un parque nuevo, y unos terrenos para edificar. En los terrenos no se ha edificado nada y yo intento no asomarme a las ventanas, porque francamente no es plato de buen gusto.
Lo dices al Ayuntamiento y te atienden rápido y muy amalemente si, pero la respuesta es que esos terrenos no son suyos y que la limpieza y mantenimiento son responsabilidad de la empresa constructora
– Ja t’ho dia jo, “uns per altres, la casa sin barrer”. I que hem dius de el parc dels xiquets, algún día hi haurá una desgrásia, asi sempre están trencant els columpios, el tobogán ja l’han cambiat varies voltes, pero así els xiquets fan barbaritats i nungú els diu res. I que no t’he socurrisca a tu fer cap comentari que sino, te les tens que vore amb els pares i no saps el que es pitjor. Si pasaren per así els municipals mes asovint, crec que estaría tot mes controlat i no farien en este tros eixes barbaritas.
Una señora, vecina de toda la vida me dice…
– A mi, em fa por anar per les voreres, perquè eixes tanques de metall que posen per a tapar el solar, la majoria de voltes estan mig soltes i si hem pega una damunt em mata, a mes no et pots imaginar la de coses que es poden amagar ahí, jo he vist carteres, bosses de mà, fins i tot un dia una maleta… es coneix que quan peguen el tiró o tiren ahí i “san se acabo”
El pez que se muerde la cola señores, y aquí vivimos sin ver una luz de esperanza.
– Està tot tan deixat de la mà que després per arreglar-ho es necessitarà el triple dels diners que si abans ho hagueren fet.
La próxima semana veremos de que hablamos, me acercaré a algún bar o cafetería, que de eso andamos sobrados en el Centro y me pondré a escuchar de incógnito a ver si tropiezo con un tema agradable. Por cierto, que yo sepa al menos tres bares ya abren los domingos, para que luego digan que no damos servicio el fin de semana. Hemos tardado en conseguirlo a base de críticas, pero ya es una realidad. Cuando vean algún forastero, díganle que en domingo, ya puede comer en el Centro.