Paternalismo
E l político gusta de sacar pecho y para ello se ampara muchas veces en las cifras. Lo digo por lo vivido el pasado fin de semana con el Esport en 3D. Reunir a más de 4.000 deportistas en la cita deportiva más importante del año, es para pensar que este colectivo va sobre ruedas. Pero reflejan la realidad de nuestro deporte. Está claro que las cifras están ahí, si bien me da a mí que detrás de todo este maremagnum hay mucho de voluntad y empeño de los clubes locales que de una política deportiva planificada y bien estructurada con el paso de los años. No quiero que se entienda como una crítica exclusiva a los actuales responsables del deporte local. Son tan o igual de culpables como en su día fue el Partido Popular y todos sus gobiernos, como antes ocurrió con la etapa del Sanusismo, que han visto el deporte como algo paternalista en lo que únicamente importaba era tener contentos a los clubes a base de subvenciones. Ningún gobierno tuvo ni la valentía ni la suficiente visión de futuro para pensar que invertir en planificación era algo más que pagar arbitrajes y ceder instalaciones para que se pudiera organizar la fase municipal de Jocs Esportius. Que yo recuerde ningún partido político se atrevió a profesionalizar su enseñanza y se sigue manteniendo en unos niveles de voluntariado que le hacen estar a años luz de otras poblaciones donde esta decisión la tomaron hace mucho tiempo y los resultados están sobre la mesa. Está bien que los clubes se sientan arropados económicamente desde la administración local, más de uno posiblemente ni llegaría a empezar una temporada sin ese dinero, pero pasa el tiempo y el deporte local sigue bajo el paraguas de lo que diga el partido político de turno que en esos momentos gobierne en la ciudad. Toda la responsabilidad no debe seguir cayendo del lado de los clubes. La ciudad necesita de una política propia en materia deportiva con unos profesionales a los que rendir cuentas y que marquen las pautas de lo que debe ser nuestro deporte del futuro. Si seguimos así, perderemos un tren que otras poblaciones mucho más pequeñas y con menos recursos que la nuestra cogieron en su día mientras que aquí aún seguimos reacios a tomar.