Vacúnese si es mayor de edad
Atenta compañía. La campaña electoral para las Europeas ha empezado. Deben de haberse dado cuenta, pero yo por si acaso aviso. Los síntomas son tan clásicos como evidentes. Las calles se han llenado de esos paneles ante los que los políticos de turno se fotografían pegando los carteles electorales, alguien debe de haber empezado ya a regalarles los oídos, puede que les hayan prometido amor eterno y hacerles ver que la solución a sus males pasa por depositar en la urna un sobre. No uno cualquiera, no se lleve a engaño, sólo ese que lleva el logo de esa formación y el nombre de ese único candidato capaz de arreglar lo que otros no han sido capaces de solucionar desde el inicio de los tiempos. Y ustedes se chupan el dedo, ya lo sabemos. Por precaución, si tienen más de 18 años, vacúnense contra las falsas promesas, porque forman parte de ese grupo de riesgo en el que estamos todos los votantes en estas fechas.
Nos encontramos en mayo señores, el mes de las flores, de las alergias, el de María, el de las comuniones y, en este caso también, el de esa perfecta y aparente armonía partidista que, como manda los cánones, es evidente en campaña electoral. Luego, tras el 25M, ya habrá tiempo de apuñalarse amistosamente y democráticamente, que es como se hacen las cosas en los partidos. Avisados quedan, que de disgustos ya andamos sobrados. Del más grande, el que nos ha dado el Alcoyano, todavía no nos hemos recuperado. A los aficionados blanquiazules nos han dejado sin fútbol en el mes de junio. Nos había acostumbrado mal en los últimos años el Deportivo, habitual en la disputa de los play-off de ascenso. El domingo, dejó escapar su última oportunidad. El Espanyol B que, aparentemente, no se jugaba nada –en fútbol en los finales de liga casi siempre hay algo más que tres puntos en juego– dio la sensación de ponerle más ganas que los blanquiazules. Y David Porras, el entrenador armó en cólera al terminar el partido. Ya lo dijo Vujadin Boscov, “fútbol es fútbol”.