La derecha, Sociedad (I)Limitada

Araíz del parón que sufrieron nuestros amigos de los EE.UU. hace un par de meses, tenemos una prueba bien ilustrativa de lo que es, y de lo que hace la derecha en todos los sitios. Cuanto más grande, y más poderosa es una nación, más fuerte y peligrosa es la derecha que lo habita.

Se han cargado medio país, no han tenido escrúpulos en provocar impresionantes pérdidas a esa nación a la que tanto dicen amar. Todo, por impedir –sobre todo- una ley para que las personas puedan tener cobertura sanitaria (ellos ya la tienen, pagando)… Los demás, que paguen, o que se mueran.

Pero lo que más les importa, es seguir manteniendo muy boyante la actividad de las compañías de seguros médicos –y de los otros- que es lo que realmente les da dividendos.

Está más que claro que la derecha, en esencia, solo piensa en el poder (el suyo) y en el dinero (el suyo, y también, el de los otros).
El poder les reporta dinero, el dinero, a su vez, más poder, y así sucesivamente. Esa es la meta y la aspiración de las derechas, en general, y de cada uno de sus adeptos, en particular.

El mundo es suyo, y por consiguiente, los beneficios han de ser SOLO para ellos.

No son importantes las diversas situaciones por las que pueda pasar la población, ni es problema el que las repercusiones de sus actos, sean demoledoras para la misma.

Solo hay un fin: Controlarlo todo, para tener beneficios y ganar dinero.

Como dijo la amiga Andreita: “… los demás… ¡que se jodan!”
Esa es, ni más ni menos, la esencia de la derecha. En España –que tiene una, muy organizada – ya sabemos cómo se las gasta.
En tiempos de la Republica, vio sus privilegios abolidos, sus pingües beneficios desaparecidos, y su omnímodo dominio, anulado…. Las consecuencias, ya las sabemos…y las sufrimos durante muchos años.
Los hijos y nietos de esa derecha, son los que ahora la forman, y eso de ser de derechas, es como montar en bicicleta… nunca se olvida.
Pasados los años, pasadas las situaciones adversas y de control, volvemos a recuperar poder, dinero, y por lo tanto, influencia, y más poder, y más dinero… ¿les suena?

Siempre he pensado que ser de izquierdas era algo más que una tendencia política, algo así como querer ser solidario, ser justo… Precisamente lo que ellos llaman un “blando”, y para enmascararlo, y poder atizarle, le llaman rojo, peludo, comunista…

Eso, si, todo con palabras pertenecientes a la Real Academia de la Lengua… no hay que perder las formas. Creía que ser de izquierdas era lograr, por ejemplo, que la persona enferma pudiera ser cuidada, que las familias tuvieran para comer por medio de un trabajo digno, que los menos afortunados pudieran, también, vivir como los demás, que todos pudiésemos estudiar y ser algo en la vida, aspirar a los mismos puestos que ellos… no quitarle al vecino lo que es suyo, y poder vivir en paz y en armonía…

…conforme pasaron los años, acabé por convencerme de que ser de izquierdas era, simplemente, no ser de derechas, ni actuar como tal.
Dentro de pocos años, las personas que formamos la escasa clase media que queda, y las clases más necesitadas, trabajaremos (los que aún puedan) de manera precaria, por un sueldo escaso e insuficiente, y con unas condiciones de trabajo, por desgracia, totalmente nuevas para los que no han cumplido aún los cuarenta años…

La sanidad, que durante casi un siglo experimento un desarrollo espectacular e imparable, va a tener el frenazo más importante que recordará la Historia…y la educación, pasará a ser (empieza a serlo a pasos agigantados) de dos maneras: de poca calidad, para la gente normal (la inmensa mayoría), y de calidad, para los hijos de los pudientes, o sea, los señoritos del mañana… o ya casi, de hoy.

Sería de necios negar los errores cometidos por los gobernantes de izquierdas, abundantes también… pero los de estos lo han sido por incompetentes, por meros chorizos… en cambio, los gobernantes de derechas, lo han hecho, y lo siguen haciendo, con cierta clase, con pedigrí, sabiendo lo que se llevan entre manos.

Es lo que les da la seguridad de que, al final, siempre se llevan a la protagonista…

Seguramente dirán que estoy pintando un cuadro dantesco, catastrofista, y partidista. Y no vería extraño, llegados a este punto, el que se me tratara de anti sistema, o de golpista, o de -ya sería el colmo- de ¡nazi! Lo que estoy viendo, y lo que percibo que no tardará en pasar, no difiere –prácticamente, nada- del mundo en el que viví en los años sesenta o cincuenta del siglo pasado…

Los jóvenes no sabrán de que hablo, y los menos jóvenes, algo habrán oído… pero el caso, es que todo lo que estoy exponiendo, ya lo saben nuestros amigos de la derecha, y se relamen de gusto.
Pero también lo saben quiénes se auto proclaman de izquierdas, y no mueven un solo músculo, ni siquiera, para afrontar la situación que estamos viviendo…seguramente, porque de izquierda, solo tienen las siglas, y son conscientes de los problemas que van a tener para gobernar si no tuercen hacia su diestra……

probablemente, la Transición fue un buen parche, muy bueno, diría yo… pero los parches hay que renovarlos cada cierto tiempo, porque corremos el riesgo de que la herida se infecte, y a día de hoy, creo que esto se está volviendo a infectar irremisiblemente…

A los ciudadanos, al menos en este país, siempre se nos ha sometido con el palo, con el castigo, con el miedo, con la represión…

Ahora, con los adelantos que tiene este bendito mundo, podemos y debemos avnzar de nuevo con el esfuerzo, con la unión, con la fuerza de la juventud… ¿dejaremos que nos vuelva a pasar lo mismo?

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