Echar a correr

Me preguntan que cómo hemos celebrado en Alcoy el Día de la Constitución y cuando les respondo:

– Nos hemos puesto a correr como locos. Y no unos pocos sino casi 1.300…

Claro, se lo toman a risa. Porque ciertamente la Constitución tiene sus cosas pero si hay que ponerse a correr no sería el principal motivo.
No tienen suerte en el Casal con los asesores. A lo largo de las últimas décadas son los únicos que acaban dimitiendo. O sea que se van, corriendo o en cámara lenta, pero se les van. Pero el problema que tienen que afrontar cada martes, cuando se reúne la directiva de la Associació, no es solo el de las dimisiones, sino el de los bandos, que no bandas. Pasan los años y los dos grandes bandos del Casal permanecen como enquilosados entre las paredes de la casa de los Merita. No hay manera.

Cuentan que el presidente Tortosa repite mucho lo de que “es la hora de que se quiten las caretas”, pero parece ser que sin demasiado éxito. Los embozados prefieren mantenerse en el ámbito del equívoco y esperar a que llegue el momento electoral para enseñar todas las cartas.

Consiguen, eso sí, que se aparente una cierta quietud balsámica festera, pero la realidad de la trastienda del Casal es muy otra.
Otra carrera, de sacos, se está mascando en el horizonte. La Reforma de la Administración Local, o sea del Ayuntamiento, va a causar desaguisados memorables. Si ya andan corriendo a la pata coja, parece que encima les quieren vendar los ojos.

Y si el alcalde Toni Francés no tiene bastantes problemas con su gobierno de mesa camilla, la nueva Ley, si se aplica en enero próximo, le obligará a reducir prácticamente a la mitad el número de concejales liberados. Ahí le quiero ver señor alcalde. Si de esta no sale corriendo igual lo beatifican.

El ere de concejales liberados va a tener morbo. Está claro que los del gobierno lo tienen fijo. Son tan pocos y encima Jordi Tormo, de EU, se lo pone fácil porque no se sube al carro. Pero cuando le digan a Fernando Pastor que saque bolas negras para reducir a la mitad sus liberados, va a tener que comprar Rafa Miró vaselina a granel.

No menos morbo va a tener la decisión que tomará el alcalde con los no adscritos. Mario Santacreu puede seguir siendo el hombre de las cuatro mil comisiones y poder seguir montando la versión ensanche de Ciutadans, que aquí será Ciudadanos, que ellos son muy españoles. Y es que Mario Santacreu está consiguiendo el don de la ubicuidad. Está en la tarea de los no adscritos; con los árbitros de fútbol, coordinando las bajas del PP y montando Ciudadanos. Un pluriempleado. Y sin correr, aunque utilice mucho el chándal como uniforme. ¿Y Jorge Sedano? Pues dejándose querer. Todos dan por seguro que será el candidato de Ciudadanos pero el lo niega. Sigue esperando a ver cómo la entidad bancaria, para la que trabajaba, resuelve su futuro profesional.
Pasan los días, ya ven, y parece como si todo siguiese igual que hace seis meses. Andamos como detenidos en el tiempo, reviviendo el día de la marmota, quizá por eso de vez en cuando sea necesario echar a correr, como en una reafirmación de que aún estamos aquí y podemos movernos.

Ciertamente ocurren también sucesos chungos y grotescos, como este desgarro colectivo por el cierre de una televisión que casi nadie veía y muchos ponían a parir. Los que más protestan, curiosamente, son los que no se hartaban en asegurar que nunca la veían. Pero eso no justifica la incapacidad de unos gobernantes para poner orden y gobernar. Cerrar algo que no funciona bien es algo que no necesita de grandes pensadores ni cerebros privilegiados. Cerrar no es resolver un problema, sino crear otro problema.

Es normal, con la que está cayendo, que celebremos el Día de la Constitución echando a correr. Lo raro es que regresemos, porque es para no parar de correr. Los que aguanten, claro.

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