Ortiz duda que el párking resista el nuevo jardín

Es la historia interminable. Los servicios técnicos y jurídicos del Grupo Ortiz, que gestionan el párking de La Rosaleda, han presentado este verano, ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, un suplicatorio en el que documentan un informe del ingeniero de caminos José F. Beviá García, que dirigió junto al arquitecto Miguel Blanes Juliá, la construcción del párking y la nueva plaza de La Rosaleda, por el que se cuestiona que el último proyecto de remodelación que tiene previsto acometer el Ayuntamiento en la zona, pueda ser soportado por la actual estructura edificada.
Según este informe, la alternativa de utilizar en lugar de tierra vegetal, en la zona ajardinada, un sustrato mineral, convierte el espacio en muy vulnerable ya que se duda de que el Ayuntamiento lleve a cabo los controles que exige esta medida para evitar problemas de drenaje, de una manera continuada en el tiempo.

Para el Grupo Ortiz, parece ser inevitable recurrir a reforzar la estructura de la edificación del garaje en varios puntos, lo que lógicamente obligaría a suspender la actividad del mismo y se supone que daría derecho a indemnizaciones mientras duren las obras.
Se entra así en un círculo vicioso, ya que el presupuesto de la obra se incrementa notablemente.

El escrito presentado por Ortiz dice textualmente que “nos vemos ante la necesidad y obligación de exponer a la Sala la situación a fin de que a la hora de fijar los términos en los que la sentencia ha de ser ejecutada, se obligue al Ayuntamiento de Alcoy a tener en cuenta las valoraciones recogidas en el informe que se acompaña, así como las soluciones propuestas, pues solo así se podrá garantizar la estabilidad y seguridad de la cubierta del párking y con ello salvaguardar la seguridad de las personas”.

Se desconoce, de momento, la respuesta del Tribunal y también la reacción del gobierno municipal. El proyecto se encuentra actualmente a la espera de que se maticen las dudas presentadas por La Carrasca respecto a los niveles y ocupación de zona ajardinada.
Pasan los años y la solución al tema de La Rosaleda sigue sin resolverse, yendo y viniendo a los tribunales, sumando costes, levantando polémicas y convirtiendo el proceso en una historia que parece interminable.

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