El PP apuntilla el Estado del Bienestar
“Si algo no tocaré serán las pensiones porque el jubilado es el más indefenso y no tiene una segunda oportunidad ”.
Esto lo prometió Mariano Rajoy antes de las pasadas elecciones y en los mítines electorales lo mismo prometieron también la futura vicepresidenta Saénz de Santamaría, y la Cospedal, González Pons… Arenas fue más explícito: aseguró que nos se tocaría la enseñanza, la sanidad y las pensiones, “lo demás lo tocaremos todo” puntualizó el incombustible político de la derecha. Todas estas declaraciones las recordaban el lunes pasado en imágenes en la tertulia de la Sexta TV, que al PP debe sentarle como una purga.
Alcanzada la mayoría absoluta gracias a los votos de algunos millones de españoles que no se daban cuenta que estaban votando contra su bienestar, el PP no sólo olvidó las promesas sino que está masacrando con sus recortes la sanidad, la enseñanza y ahora toca a los pensionistas. Con los recortes de la enseñanza pública, los continuos rebajas de la sanidad pública –que paguen sus medicinas de hospital enfermos con serias patologías es una salvajada- y ahora con las anunciadas reformas de las pensiones, el gobierno del Partido Popular se apresta a apuntillar el tercero de los tres pilares del Estado de bienestar.
La reforma (rebaja) de las pensiones anunciada por el gobierno del PP es la última promesa electoral que ha incumplido Mariano Rajoy. En cualquier país europeo bien desarrollado democráticamente el presidente del gobierno que hubiese engañado a sus ciudadanos incumpliendo su programa electoral para conseguir votos le habrían obligado a dimitir de inmediato.
Pero en España tenemos la democracia que tenemos así es que Mariano Rajoy no dimitirá pero no sólo porque haya conseguido tener mayoría en los tres poderes del Estado, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, no, simplemente no dimitirá porque los españoles en general y los jubilados en particular, somos ciudadanos que lo tragamos todo.
Siempre se ha dicho que las mayorías absolutas no son buenas y menos todavía si estas mayorías son de la derecha. (En la Comunidad valenciana el PP gobierna con mayoría desde el año 1995, ha llevado a la CV a la quiebra y ya veremos si es fraudulenta cuando dejen de gobernar). A quienes gobiernan del PP el poder absoluto les ha trastornado, y digo esto a la vista de algunas de las declaraciones que hacen. Sin ir más lejos a principios de este mes en la “Escuela de Verano” del PP celebrada en el hotel Bayrén de Gandía el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, declaró que “España es el gran éxito económico del mundo” y los altos cargos del PP y los militantes presentes le dieron una ovación interminable. (El hotel estuvo rodeado por policías los tres días que duró la “escuela” y dentro se pedía la documentación hasta a los residentes del establecimiento).
La realidad es que desde que gobierna el PP ha subido el desempleo y España está más endeudada a pesar de las salvajes “quitas” salariales, el aumento de los impuestos y los despidos de funcionarios que aprobaron Mariano Rajoy y sus ministros. Sin embargo, hay que reconocer que son maestros a la hora de pescar votos en caladeros ajenos. Prometen a los electores de clase media baja o trabajadora el oro y el moro y luego incumplen sus promesas… pero los votos ya estaban en el talego. Rajoy y algunos de sus ministros dicen que el PSOE congeló las pensiones y el PP promete que a partir de ahora cada año las subirá, ¡al menos el 0’25%!. Y no les cae la cara de vergüenza.
El año pasado el IPC subió un 2’9% cuando el gobierno en enero había aumentado las pensiones el 1%. Según los acuerdos de Toledo, por la diferencia del aumento con el IPC debió darnos a los pensionistas una paga por la totalidad del cobro anual del 1’9% para mantener el poder adquisitivo de los pensionistas; nos negaron la paga y con el dinero que se ahorraron presumieron que en 2013 aumentaban las pensiones, el 1% las altas y el 2% las bajas. Ahora el gobierno del PP asegura que la “reordenación del sistema de pensiones” permitirá al Estado ahorrar, entre los años 2014 y 2022, casi 33.000 millones de euros. Esto no es un ahorro, es un atraco.