La gran conquista social de los hospitales públicos

Los quirófanos del alcoyano hospital Verge dels Lliris registraron el año pasado un total de 8.329 operaciones de las cuales novecientas fueron con carácter de urgencia mientras que los servicios de Urgencias atendieron una media de 121’5 pacientes por día, según datos publicados por eNP en su edición del pasado sábado. Asimismo, en atención especializada se realizaron 135.449 consultas además de otros servicios sanitarios. Aunque la importancia de la actividad sanitaria de nuestro hospital la conocen y la valoran todos los que vivimos en estas comarcas los datos ofrecidos por la gerencia del Área de Salud permiten asegurar que este servicio constituye una conquista social de enorme magnitud.

Pero somos los pensionistas, jubilados y en general las personas que ya comenzamos a ser demasiado mayores quienes más consideración y gratitud despierta el Verge dels Lliris, mejor dicho, los profesionales que trabajan en este centro.
Este verano, por problemas de salud de un familiar directo he quedado asombrado de la actividad que se lleva a cabo en el hospital. Desde finales del pasado mes de junio y hasta esta misma semana suelo acudir regularmente al hospital, algo que nunca me había ocurrido en pleno verano porque uno daba como bueno aquello de “per l’estiu, tot lo món viu” pero no es verdad; la gente también enferma incluso muere en el verano.

En los meses vacacionales en nuestro hospital las consultas funcionan, los quirófanos también así como esos departamentos cuyos aparatos te miran las tripas o los huesos para ver si por el interior todo está en orden.

Por eso cuando me entero que algunos políticos, todos ellos curiosamente gobernando bajo las siglas del Partido Popular, o sea los de la derecha que son quienes tienen la pasta, tratan de privatizar algunos hospitales u otros servicios sanitarios se me revuelven las tripas. Dicen que lo hacen para racionalizar el gasto sin entender que la salud jamás debe ser un negocio.
Cualquier ciudadano debe tener acceso a la sanidad gratuita aunque sea lícito que existan consultas o centros sanitarios privados. Igual que convertir la educación en un negocio no se entiende, sobre todo que se obsesionen en aplicarlo quienes a diario nos están predicando su patriotismo, una patria que están tratando de repartirse entre unos cuantos.

En resumen, que es bueno que la sanidad y la enseñanza sean públicos y sus empleados cobren de la Hacienda pública. Igual que cobran del erario público diputados, senadores, ministros, servicios de seguridad del Estado, los ejércitos y los cientos de miles de empleados y asesores de los gobiernos autonómicos, las Diputaciones y todos aquellos que ocupan empleos que nadie sabe para que sirven pero haberlos, haylos…

Pasó la anunciada comparecencia en el Parlamento del presidente del gobierno y aquí no ha pasado nada. Mariano Rajoy lo ha dicho alto y claro: ni dimite ni va a convocar elecciones.

Todos los partidos políticos en la oposición y millones de españoles esperaban un gesto habitual en democracia cuando un político gobernante es involucrado en hechos presuntamente delictivos o bien alguno de sus colaboradores más directos confiesa la existencia de una caja b de financiación clandestina en la sede de su partido, si esto ocurre el político europeo presenta su dimisión. Y es curioso que ante un caso de financiación ilegal tanto PP como CIU, partidos de la derecha española y catalana, con el caso Bárcenas o Paláu ambos han coincidido que los únicos culpables fueron sus respectivos tesoreros y con ello se han autoexonerado de cualquier culpabilidad. Mariano Rajoy y Artur Mas deben pensar que los españoles que no les votan somos gilipollas…

Mientras tanto, el paro desciende en España menos en Alcoy que en el mes de julio subió un poco. Ya tenemos 8.245 desempleados en nuestro pueblo. Y ahora esa elegante francesa de pelo blanco que preside el Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha dicho que los salarios deben bajar otra vez en España el 10% para que se recupere el empleo. Mariano Rajoy y sus ministros económicos han dicho que no piensan hacer más recortes salariales pero como nos han engañado tantas veces preparémonos para la que nos va a caer encima. Y no pasará nada porque la mayoría de los españoles somos masoquistas…

(FLOREAL MOLTÓ es periodista jubilado)

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