Comenzamos 2022 con mal pie: ni ha ganado el Alcoyano ni Toni Francés

Si creyera en el mal de ojo estaría muy preocupado por el inicio de año que hemos tenido. Ya sé que el 22 es un buen signo en la numerología y que incluso “los patitos” representan lo positivo y la esperanza, que no en vano el sorteo de Navidad se celebra siempre el día 22 y cuando éramos tradicionalistas ortodoxos celebrábamos las entradas, ¡siempre!, el 22 de abril, pero comenzar 2022 perdiendo ante el Madrid en el Collao y sufriendo la derrota de Toni Francés en las elecciones a secretario general provincial del socialismo, me da muy mal fario para este año. El que avisa no es traidor.

La derrota ante el Real Madrid ha sido heroica y llena de honores por la superioridad del enemigo, pero lo de Toni Francés, respaldado por el aparato del partido y el mismísimo Ximo Puig, con la bendición del corleone Ángel Franco, ha sido un tropezón y una desilusión. Toni Francés, además, se ha quedado sin la Medalla al Mérito en el Trabajo al no acumular el pluriempleo de la secretaría provincial.

Alejandro Soler, el ilicitano socialista que derrotó a nuestro alcalde, si no lo digo reviento, tiene cara de malo de película del agente 007. El villano de Spectra. Yo no me fiaría de lo que haga con los derrotados y más después de que haya nombrado como mano derecha a un diputado provincial que le podría quitar el cargo de portavoz, en cualquier descuido, a nuestro alcalde. El propio Carlos Mazón, presidente de la Diputación, se ha mostrado preocupado por si le quitan el cargo a su buen amigo. Una declaración lanzada como una carga de profundidad, o sea con mala leche, para que los de Guanyar salivaran y especularan. Le faltó solo lo de “amiguito del alma”.

Lo más duro de las elecciones a la secretaría general provincial del PSOE ha sido comprobar que en Penáguila, el descanso del guerrero, no ha conseguido ni un solo voto Toni Francés. Allí todos votaron al otro, que ya es tener mala uva. Toda una declaración de principios. Otro dato curioso es que el PSOE en Alcoy solo tiene 173 militantes. El primer partido político de la ciudad tiene casi menos socios que algún club de petanca. ¿Cómo se las apañarán para pagar con las cuotas los gastos de la sede alicatada con mármol? Igual siempre está cerrada para no tener gastos de luz, que va muy cara.

Peor lo tuvieron durante muchos años los del PP, con sede en la plaza de España. cuando no pagaba nadie cuotas. Y sobrevivían.

EL SILENCIO DE 58 MUERTOS
De los 73 muertos registrados en la primera ola del Covid en el Hospital Oliver, solamente 15 están siendo reivindicados en una demanda judicial por sus familiares. Piden justicia para ellos y en su memoria. Hay 58 de nuestros muertos por los que nadie levanta la voz. Somos una sociedad cínica y contradictoria. La peor tragedia que ha vivido esta ciudad en los últimos cien años pasará de puntillas sobre la conciencia colectiva. Les metimos a los 73 en la misma lista de todos los muertos en general, escenificamos un emotivo acto en la Glorieta con monolito incluido y a otra cosa mariposa.

Josefina Fernández es la mujer que dirigiendo una residencia geriátrica en El Ferrol ha conseguido, en 21 años como consejera delegada, formar parte de una multinacional con inversores internacionales que censa 147 centros repartidos por toda España, formando parte de Domus Vi, presente por toda Europa y América Latina. Pues esta señora, a la que se le murieron 2.100 de sus residentes, ha sido cesada y situada en una “retoría” de relaciones públicas del grupo. Ha sido la única reacción. Aquí, ni eso. Nadie representará a 58 de los 73 ancianos muertos en el Hospital Oliver.

LAS CINTAS DE LORENZO RUBIO
Se nos fue, en silencio, una de las voces más recordadas de Radio Alcoy: Lorenzo Rubio. Recordaba Rafael Olcina, director entonces de la emisora, que se fue a Cartagena a ficharle. Y se lo trajo en 1964. Fue admirable su reconversión de locutor en periodista. La imagen de Lorenzo sacando de sus bolsillos cintas de cassette y obligando a parar unas declaraciones para realizar el cambio, imponiendo su ritmo de trabajo a los demás, es algo que mantengo vivo en la memoria, como sus disertaciones sobre las filosofías orientales, la no violencia y el mundo hindú. Se introdujo en lo macrobiótico cuando se derretía ante un chuletón o unas gambas al ajillo. Dominaba el arte de la teoría futbolística y siempre iba a la suya imponiendo sus argumentos con una labia desbordante. Y siempre en castellano, que nunca se esforzó por hablar en valenciano, ni en las reuniones clandestinas de la Junta Democrática en las que participaba como activista, así como su decepción por lo que vino después.

Y recordaré, como un ejemplo, su amor y tremendo respeto por la familia, su esposa y sus hijos, con una dedicación admirable.

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