Qué es el ROM de Cocentaina. RAY MONTAVA. Miembro del PP de Cocentaina

El ROM es el reglamento orgánico municipal que pretende ordenar la vida pública contestana y que se encuentra en fase de negociaciones para elaborar un borrador que pueda ser elevado a los partidos políticos para que lo aprueben, propongan mejoras o rechacen el texto.

El texto es un cúmulo de artículos que, de alguna forma, formalizan las relaciones internas del ayuntamiento. Relaciones que, bien por el día a día o bien por el talante de las formaciones políticas ya existían y no habían llevado a ningún tipo de disfunción grave hasta hoy; por lo que cabría preguntarse para que plasmar en papel algo que ya funciona de forma relativamente espontánea.

Es importante recalcar que aquí entra en juego el principio de “no duplicar” las normas (gran parte del ROM se encuentra ya regulado en otros articulados que no vamos a citar por su extensión) y el de utilizar la fuerza legislativa para aquellas cuestiones que si requieren una normativización.

Además, también habría que recalcar como importante que toda regulación, para su extinción, debe someterse a una serie de procedimientos que relentizarían cualquier tipo de cambio en un ayuntamiento que puede transformarse tanto como el de nuestra localidad.

Otro problema que intuyo, es que hay políticos que creen que elevar a norma cualquier cuestión la convierte en “objetiva” y que por lo tanto, la deja fuera del debate público y eso sería inaceptable. No es legítimo acabar con el debate del gasto público solo por aprobar un texto que los regula.

Pese a ello el ROM puede servir; para entender mejor las interrelaciones administrativas (como un compendio o texto refundido de normas dispersas) y para sentar las bases del funcionamiento del ente local y así evitar posibles “espectáculos” que solo intentan aprovechar lagunas normativas para sacar crédito electoral. Así, se vote lo que se vote, no cambiará drásticamente la vida de los ciudadanos de Cocentaina y eso, no es una mala noticia.

Pero la parte más importante del ROM sería la relativa a las retribuciones de los miembros de la corporación local, y es ahí donde entra en juego la pugna entre lo que podría llamar demagogo, justo y excesivo.

Sin duda, pensar que sin retribuciones las personas van a trabajar en lo público, es demagogo. Elimanarlas supone ahuyentar a gestores cualificados o asumir a tiempo parcial los servicios de quienes se dedican a ella. Sufriendo la política local una degradación que acaba convirtiéndola en un nido de personas que no se podrían ganar la vida por si mismas.

Lo que personalmente defiendo en Cocentaina es dar a cada cual un régimen de retribuciones por su puesto equiparado al que tendrían en una empresa privada, respetando el uso de las dietas y limitando los costos paralelos al propio sueldo base. En todo caso se harían públicos en el portal de transparencia. Además, sería buena idea mancomunar más servicios con otros ayuntamientos y optimizar mejor los recursos (para bajar los impuestos). Y en muchos casos reducir el afán prestacionista de nuestro consistorio.

Por desgracia se impone la tesis de lo excesivo; que es mostrar a la opinión pública que todo pasa por las manos de unos cinco o seis gestores a la vez que se esconde la elefantiásica administración local que sufrimos en Cocentaina y que por desgracia, succiona unos valiosísimos recursos que deberían estar en el bolsillo del contribuyente para que pudiésemos, al menos, percibir que vivimos con lo que nos ganamos.

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