Elucubrar no es ni bueno ni malo

En las circunstancias por las que atraviesa nuestro país lo suyo es elucubrar y ese ejercicio no es ni bueno ni malo sino arriesgado por la alta dosis de incertidumbre en un futuro próximo pero no por ello se debe descartar el conjugar el verbo “opinar”, otra cosa es que esas opiniones, conjeturas o cábalas sean recapacitadas o mas bien al contrario fruto de una mala entendida euforia o de un pesimismo más que justificado.

En un enfrentamiento fraticida únicamente los enemigos hacen astillas del leño abatido, mas en política y en la vida social lo que debe abundar son los contrincantes que son elementos necesarios en el tablero de juego ya que sin rivales no hay disputa y sin ella llegamos al pensamiento único, al encefalograma plano y anodino.

Este es el primer punto que nos toca directísimamente y ahí tenemos a un PSOE hecho jirones que debe lamer sus llagas para restablecer su maltrecho cuerpo, un cuerpo que debe conseguir que cada uno de sus órganos vitales y cada uno de sus miembros y extremidades rijan acorde a la sincronización adecuada de su cerebro.

El segundo punto en consideración es que “ese cuerpo” hoy descarnado es un cuerpo necesario para el equilibrio de un país que camina cual funámbulo sobre un interminable cable encerado, y ese maltrecho cuerpo al margen de recuperar su aspecto físico debe aprovechar su estancia en la UCI para recuperar su cordura de estado y de manera rápida. Se le espera, aunque siempre están las aves de rapiña que vuelan en círculos alrededor de su presumible presa.

Los despojos son manjar más que apetecible, son su bocado exquisito y deseado, esas pieles de cordero que acechan, esas hasta hoy voces suaves que susurraban y musitaban “aquí estoy para lo que desee mi Señor”, no han resistido ante la sangrienta bacanal y ya saben ustedes que a río revuelto….han tornado sus suaves mensajes en oportunos llamamientos a la deserción, la desestabilización y a la incorporación al ejército que a todos nos librará de la esclavitud y nos conducirá a la tierra de promisión.

Se llega ahora a un tercer punto en el que los medios de comunicación juegan un papel primordial en esta crisis. Cada cual y lógicamente desde su ideario y atalaya argumenta al respecto y la mayoría abunda en ese más que necesario restablecimiento del partido socialista de modo urgente, aportando opiniones diversas aunque siempre sobresale alguna voz que distorsiona el argumentario general y gusta de mezclar churra con merinas con tal de meter una puya a una “figura” de este tablero de juego que no siendo el protagonista del debate se ve implicado.

El señor J. Aroca tertuliano fijo del debate de la Sexta y en medio de una discusión al respecto del caso PSOE no dudó en meter de manera forzada la frase “¿…tal vez la postura de C,s no es contradictoria cuando es capaz de apoyar primero al PSOE y luego al PP?”.

Ni venía a cuento ni ningún compañero de debate le siguió la ocurrencia, pero lo chocarrero es que una persona que se dedica precisamente a hablar, escribir y participar en tertulias y debates debe poseer un cierto bagaje político que le haga poseedor de un conocimiento básico de las diversas realidades.

Este señor que con su cara de bondad, sus plácidas facciones, su sonrisa cautivadora y sus sosegadas palabras únicamente tiene claro lo que es la vieja política con sus viejos partidos y su raída forma de hacer, no en vano participó activamente en ella, por lo que se le escapa que ya tenemos en España una nueva forma de actuar y no es novedosa porque nadie la haya inventado sino porque jamás se ha aplicado en la vida política de nuestro país por lo que es lógico que Aroca no alcance a comprenderlo, tan obligado a comulgar con sus antiguas premisas de pesebre.

Ya lo he comentado en diversas ocasiones, es del género lógico aceptar aquello que es bueno para la generalidad provenga de donde provenga y lo abandere quien lo abandere. Sr. Aroca, pruebe de esbozar una sonrisa y emitir una corta frase sin acento ácido, le costará al principio pero se sorprenderá de lo extrañamente bien que le sienta, y haga un ejercicio de normalidad porque no todo debe ser rojo o azul, ni de derechas o izquierdas, hay posturas simplemente lógicas y normales sin necesidad de acuñación con D.O.

Y todo esto nos lleva a pensar que necesitamos normalidad en nuestras vidas y no podemos permitir que ese funámbulo siga deslizándose día y noche con los ojos vendados por ese cable que nos infunde un vértigo total, el mismo que está sufriendo nuestro país, al igual que no debemos permitir que esta situación se alargue tanto en el tiempo hasta llegar a formar parte de nuestra cotidianidad, del día a día de nuestras familias, comunidades y ciudades. No hay peor aliado que la desidia, el conformismo y la resignación. Exijamos a nuestros representantes que cumplan nuestro repetido mandato, no queremos unos nuevos, caros, desesperantes e inciertos comicios. ¿Qué parte de ese “no” no han entendido?.

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